sábado, 6 de noviembre de 2010

Piqueteros en Francia?

La entrevista aparece en la página de Contre Temps: Automne 2010 : anatomie d'un grand mouvement social


Los entrevistados son dos politólogos y dicen entre otras cosas que la vanguardia del movimiento de protesta fueron los trabajadores petroleros debido a que venían de un largo ejercicio huelguístico del cual habían salido con un semi-triunfo: arrancaron a la patronal el compromiso de no re-ubicar las refinerías en el este de Europa, exceptuando la de Dunkerque.


Lo interesante es lo que pego abajo. El periodista pregunta sobre la "novedad" de la protesta francesa actual, si por el peso de los desempleados, las movilizaciones y bloqueos franceses no se asemejan a las protestas piqueteras argentinas, o a los bloqueos campesinos del MAS en Bolivia...y vean lo que responden...

CotreTemps-Este movimiento demuestra una vez más un fenómeno a menudo visto como paradojal: por un lado, la movilización es muy fuerte, considerando la participación en eventos y los sondeos de popularidad  que muestran las encuestas, por otro lado las huelgas reconducibles o por tiempo indeterminado no han prendido verdaderamente. Este tipo de fenómeno ya se había discutido en 1995 con la idea de "huelga por procuración", esta lógica se hace explícita cuando las refinerías de los empleados estatales que luchan dicen: " Bloquear paraaquellos que no pueden hacer huelga . Esta vez, sin embargo, varias acciones de bloqueo (carreteras, el flujo de combustible, de residuos ..) llevadas adelante por los grupos interprofesionales parecen esbozar un nuevo modelo:  hacemos huelga si se puede, vamos a participar en las manifestaciones, pero la inscripción en la movilización también implica una búsqueda de efectos económicos. Esta dinámica es una reminiscencia del papel crucial de los bloqueos de ruta en la lucha de los piqueteros en Argentina en 2002-2003, o incluso más, en el ciclo de movilizaciones en la primera mitad de la década de 2000 que precedió a la llegada al poder del MAS de Evo Morales en Bolivia. En resumen, el deterioro de la posición numérica de los asalariados en su lugar de trabajo por lo tanto tendría el efecto de hacer muy difícil la generalización de las huelgas, por el contrario,  esto podría dar paso a una mayor diversidad de la expresión de conflicto sin excluir procesos de radicalización. Que piensan ustedes de esta lectura? Y si la aceptan, hasta qué punto podemos considerar que esta movilización marcará la entrada de Francia en un nuevo modelo de conflicto social?

Sophie Beroud y Karel Yon: La primavera de 2003 estuvo marcada por los intentos realizados por los profesores para llevar su lucha a los trabajadores del sector privado. El CPE, en 2006, había marcado más claramente este cruce entre el mundo de la educación en el sentido más amplio y el "mundo del salario" (por supuesto, la educación es también el mundo del trabajo!), A través de asambleas generales interprofesionales, pero también a través de muchas acciones puntuales, esto a la vez significaba golpear sobre la opinión y poder impedir el normal funcionamiento de la economía. Encontramos estas formas hoy, y lo que podría ser interesante es ver que la lógica de las acciones de golpear, el bloqueo, inicialmente impulsado principalmente por el sector más radical, es ahora ampliamente retomado por los propios sindicatos. La difusión de estas prácticas, ya que involucra diversos actores, encarna el cambio de una identidad colectiva en las cuales "las huelgas por tiempo indeterminado" constituyen otro síntoma. Este fenómeno es particularmente visible durante el movimiento, con un montón de apoyo espontáneo de los huelguistas, la proliferación de los fondos de huelga y acciones de solidaridad de parte de residentes, ciudadanos, maestros. Algunos medios de comunicación, como Mediapart, jugaron un papel importante en la construcción de este movimiento de solidaridad. Las columnas de manifestantes, que fueron estructurados por  delegados sindicales, han demostrado ser más variados. La división entre privados y públicos ha eclipsado en 1993. El movimiento contra el CPE ha puesto de manifiesto la estrecha imbricación entre el mundo del trabajo y el de la escuela. El movimiento ha desarrollado una conciencia de su propia legitimidad que le permitió no caer en la trampa de la estigmatización de los “casseurs” –los “bandalos”-. Todo lo cual implicaba la reconstrucción de una identidad común.
Pero sería en nuestra opinión un error exagerar la novedad de un modelo de movilización que, de hecho, implica que las formas pasadas sean excedidas. Es en un primer momento muy arriesgado ir más allá de las analogías formales con América Latina, cuya estructuras sociales son muy diferentes. Por ejemplo,  el fenómeno de los piqueteros argentinos, su naturaleza de movimiento privado el empleo, su inscripción territorial, se retrotraen a la liquidación de las instituciones del Estado Benefactor y del asalariado sin parangón con esto que sucede en la “vieja Europa”. Además, el "viejo" conflicto laboral, sobre la base de la huelga y la empresa como un campo de batalla, sigue siendo fundamental. Los últimos acontecimientos del movimiento lo dejan claro: la reanudación del trabajo en las refinerías fue visto como el final de la movilización. El registro de la huelga sigue siendo central para anclar la acción en el tiempo y la duración, la elección de los bloqueos desde el "exterior" es a menudo visto como un signo de debilidad en las posibilidades de influir desde dentro de la empresa.

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