martes, 13 de mayo de 2008

Al amor

Siempre me ha parecido que el amor es como la brisa de los tiempos. Lo acelera o lo retrasa, indica en qué dirección está yendo, si está estancado o sólo es el momento de calma que prepara la ruptura. Siempre hay una ruptura. El conocimiento del amante, su reflexión diría Platón, de sí mismo, de sus sensaciones atraviesa el tedio cotidiano y también los momentos álgidos de la relación, la pasión y el cuerpo. Considero al cuerpo por ello como lo más importante aparte de las pasiones históricas que sacralizan o arrumaban la vitalidad y el romance. Será la política o el cuerpo, sólo te pido que me ayudes un poco, que a pesar de esto que soy yo, así quieta como me ves, frágil en mi ambición y mi completud, me sostengas con pasión. ¿Será mucho para vos? ¿Podremos superarlo?
No se qué me pasa con vos, sos vos o soy yo, es el cielo, la tierra, el cosmos entero. Tal vez y en el fondo tu falta de pasión viene de mi pasividad política y como un ánima que lo devora masculle la vitalidad de este paraje.
A veces siento que estábamos en ese desierto, que estamos y seguimos estando en este desierto, pero ya no de hombres sino de ideales.
No sólo importa de qué se está hecho en definitiva, sino de cómo pone su vitalidad al desarrollo social, al sueño del comunismo. La heroica comuna de París, el nuevo intento de la república social, habían surgido de lo más profundo de las masas y de la inteligencia revolucionaria. Era y no era a la vez la idea de trascender en el presente, la posibilidad de triunfar, la esperanza humana, los herederos de Hegel y Goethe. Había que planificar, cuando seamos 4 o 5 millones de hombres y mujeres.
Por lo general se rescata sólo eso, pero era transcender en el presente, no buscar la gloria sino la realización del desarrollo material de la sociedad y el ideal de un "espíritu" emancipado, la pesadilla del capital.

martes, 6 de mayo de 2008

Porque aún habitamos el reino de la tirania

Por qué aquella mujer ambiciosa vuelve una y otra vez a presentarse ante la historia para decir que la han injuriado una y otra vez, la han desnudado porque así puso a los hombres ante su poder, la han negado una y otra vez, pero aún camina los surcos del presente, habita el interés egoísta del poder. Mujer y reina, nadie puede tocarla ya que al fin sólo es una ilusión.